La fortuna nos sonríe cuándo la Plataforma de Solidaridad con Chiapas de Madrid nos da el aval para poder presentarlo al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas en San Cristóbal, Chiapas, México. Éstos nos enviarán al Caracol dónde pasaremos la Junta de Vigilancia y la Junta de Buen Gobierno, posteriormente seremos enviados a una comunidad zapatista para ejercer de observadores de Derechos Humanos.
Para poder contextualizar haré un brevísimo repaso a la historia reciente del movimiento zapatista y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El 1 de enero de 1994, día en que entra en vigor el TLCA (Tratado de Libre Comercio de las Américas) la ciudad de San Cristóbal de las Casas es tomada militarmente por el EZLN, un ejército compuesto por indígenas y algún chele, como su vocero más famoso, el Subcomandante Insurgente Marcos. El origen de éste alzamiento se remonta a 10 años atrás, cuando un grupo de indígenas, cansados de ser excluidos y marginados por el Estado de México y la sociedad mexicana, decide comenzar a crear un grupo de insurgentes para la liberación del pueblo indígena. Durante los diez largos años que transcurren entre su formación y el alzamiento de 1994, el EZLN se va formando en la selva y se va acercando a las comunidades, para escuchar a los pueblos indígenas y para hacerles saber de su lucha, de la lucha por los derechos de los pueblos indígenas. Así, poco a poco, pueblo e insurgentes van sintiendo que son lo mismo. Todo este proceso se llevó a cabo en la clandestinidad.
Para poder hacernos una idea de la exclusión y marginalidad que sufrían los indígenas basta con poner como ejemplo que los indígenas en San Cristóbal de las Casas se tenían que bajar de la acera cuándo un hombre blanco pasaba frente a ellos, o que eran (y son) desalojados de sus tierras por intereses de la empresa privada, de las Transnacionales, y sin poder decidir sobre ello.
Así pues, en 1994, tras diez años de escuchar y hablar con los pueblos indígenas de Chiapas, de trabajar la política en las comunidades, e ir formando estructuras (representantes, responsables locales, vigilantes, información…) llega un momento en el que el EZLN forma regiones, dónde se reúnen los responsables locales para coordinarse y elegir un responsable regional, así consiguen coordinarse todos los pueblos indígenas de Chiapas. Finalmente, en 1994 el EZLN se levanta en armas contra el gobierno de Chiapas y por ende contra el gobierno y el ejército de los Estados Unidos Mexicanos para reivindicar y conseguir que se respeten los derechos y la cultura del pueblo indígena. Debido a la superioridad militar de éstos, los zapatistas tienen que replegarse en las montañas y sufren una fuerte represión por parte del Ejército de México. La represión no es sólo ejercida sobre los insurgentes del EZLN sino también sobre las comunidades indígenas, es decir, sobre civiles, dónde se llegan a producir matanzas por parte del gobierno mexicano (Matanza de Acteal).
Su vocero más internacional, el Subcomandante Insurgente Marcos, hace llegar a través de los medios de comunicación el mensaje de su lucha armada y la intencionalidad de no parar hasta conseguirlo. Mientras el gobierno reprime a los zapatistas, civiles e insurgentes, ya sea a través del ejército mexicano o a través de las diversos grupos paramilitares formados con dinero del Estado, los zapatistas empiezan a llegar con su mensaje a la inmensa mayoría del pueblo mexicano y a la sociedad internacional, ambos se manifiestan tanto en México como en el resto del mundo pidiendo el alto al fuego tanto por parte del Ejército mexicano como por parte del EZLN.
La Comandancia General del EZLN, tras escuchar a los responsables regionales, éstos previamente habían consultado a los responsables locales y éstos a sus pueblos, deciden un alto al fuego unilateral y crean los “Aguascalientes”, que serán puntos de encuentro entre el EZLN y el Gobierno de México, y la sociedad mexicana e internacional para lograr la paz, siempre ligada al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Se da un largo proceso en el que se crean la CONAI (Comisión Nacional Intermediación) y el COCOPA (Comisión Concordia y Pacificación) para dialogar y elevar el diálogo a ley. Reiteradas veces el gobierno se burla del EZLN y de los indígenas, continúa con la represión, a pesar de haber asegurado que pararían, pero el EZLN firme en su determinación de escuchar al pueblo indígena, al mexicano y a la sociedad internacional, sigue adelante en su proceso de diálogo y paz. En 1996 se firman los Acuerdos de San Andrés, en San Cristóbal de las Casas, acuerdos que deben de ser elevados al rango de ley por el Congreso Mexicano. Estos acuerdos tipifican los derechos de los pueblos indígenas.
Para no extenderme obviaré detalles, el nuevo gobierno de Vicente Fox del PAN (Partido Acción Nacional) sigue sin respetar el alto al fuego, continúa con la represión militar y paramilitar a las comunidades zapatistas y el Congreso de México no aprueba los Acuerdos de San Andrés. Ante esta negativa, la Comandancia General del EZLN decide iniciar la Marcha del Color de la Tierra, dónde más de 2000 delegados partirán desde los diferentes puntos del país en una marcha hacia la capital para hacer oír sus peticiones, que se apruebe lo acordado. Tras mucha presión nacional e internacional el Congreso decide dejar intervenir a los zapatistas en el congreso, se esperaba que fuera el delegado cero (Subcomandante Insurgente Marcos) quién hablase, pero fue la Subcomandanta Esther, quién alzó la voz y reclamó que se reconocieran los derechos de los pueblos indígenas.
El gobierno hizo caso omiso y el EZLN, que continuó escuchando a los pueblos indígenas, a la sociedad mexicana y a la sociedad civil internacional, decidió seguir su camino por la vía pacífica. Así pues, el EZLN se retira de las comunidades y éstas crean los Municipios Autónomos en los territorios controlados, se suprimen los Aguascalientes como punto de encuentro entre los zapatistas y la sociedad mexicana e internacional y se sustituyen por los Caracoles, como punto de encuentro y diálogo entre los zapatistas, los mexicanos y los internacionales. A su vez, crean las Juntas de Buen Gobierno, obedeciendo al lema de “mandar obedeciendo”, éstas son la formas autónomas y alternativas de gobierno de las comunidades zapatistas, independientes del sistema democrático mexicano oficial. En estas juntas los zapatistas se turnan en el gobierno semanalmente, así pues, puedes ver gobernando a la comunidad a un anciano, un joven, ya sea niño o adolescente, y a un adulto. A su vez, se crean las Juntas de Vigilancia, que también son rotativas, para controlar el trabajo de los miembros de la Junta de Buen Gobierno. Dentro de los Municipios Autónomos, también se crean las Escuelas Autónomas.
Mientras los zapatistas inician un modelo de vida y organización autónomo al estatal para poder vivir el día a día según sus creencias (anticapitalistas, antipatriarcales, la horizontalidad, la equidad y varios principios más que van definiendo en su caminar), no dejan de preocuparse por el resto del pueblo mexicano y de la sociedad civil internacional, y en México crean “La Otra Campaña” como punto de encuentro del pueblo mexicano, de los organizados y los que no lo están, de todos aquellos que desde abajo y a la izquierda buscan cambiar el actual estado de la sociedad. Éste es el caminar en el que andan los zapatistas hoy en día, buscando un mundo en el que quepan muchos mundos.
Llegados a este punto creo que ya puedo explicar el porqué de nuestra participación como observadores de Derechos Humanos en las Comunidades Zapatistas. En Chiapas se vive una guerra de baja intensidad, los militares y los paramilitares siguen acosando, reprimiendo y en ocasiones asesinando a los indígenas zapatistas que luchan por una alternativa. Los internacionales observadores de DDHH jugamos un papel importante a la hora de poder reportar y denunciar las violaciones que presenciamos, a la vez que nuestra presencia ha sido disuasoria para ellos hasta este mismo año, en el que asesinaron a un observador internacional.
Después de presentar el aval que nos facilitó la Plataforma de Solidaridad con Chiapas de Madrid en el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, se nos hace una pequeña formación y se nos dan las instrucciones para llegar al Caracol. Nuestro trabajo como observadores es considerado como intrusión en asuntos de política interna por parte del Gobierno Mexicano y si nos agarran los militares o la policía seremos expulsados del país, y Chiapas es un estado militarizado. Llegamos al Caracol, nos recibe la Junta de Vigilancia que comprueba que somos quienes decimos ser y chequea nuestros avales, luego pasamos la Junta de Buen Gobierno a quiénes explicamos los motivos que nos han llevado allí y ellos nos dan las instrucciones a seguir para llegar a la comunidad en la que tendremos que ser observadores. A la mañana siguiente llegamos a la comunidad y empezamos nuestra convivencia con las bases de apoyo de los zapatistas. Por la seguridad de los compas no puedo relatar ningún detalle, pero sí que diré que aprendimos de su hacer y saber, que nos trataron con mucha atención, que nos demostraron lo mucho que aprecian nuestra labor y entendimos de la necesidad de continuar con los observadores de DDHH. Ciertamente, mientras estuvimos no pasó nada importante, pero a los días de irnos recibimos la noticia de que había habido una amenaza de fuego hacia los compas.
Abajo y a la izquierda, mandar obedeciendo y un mundo en el que quepan muchos mundos son algunos de sus lemas. Los zapatistas hacen la práctica y luego la teoría, es un movimiento del que tenemos mucho que aprender, son el origen del movimiento antisistema, antiglobalización, anticapitalista y que plantean una alternativa a nivel mundial.
Puesto que éste es un tema muy complejo, si alguien cree conveniente hacer alguna aclaración o corrección que no dude en hacerlo, se lo agradeceré.
Qué pasada de historia Carlitos!!
ResponderEliminarDesde luego que el EZLN es un actor demasiado desconocido para la izquierda occidental y se tiende a simplificar lo que hace y cómo lo hace.
Me parece un buen testimonio de la alternativa altermundista el fomento y el trato a los observadores de DDHH.
PD:Espero que vieras al subcomandante, cabalgar con su pipa por la selva Lacandona!!
Gracias por la entrada Carlitos, la verdad es que me ha servido muuucho parar enterarme de todo la movida! ¿Siempre van a haber observadores de los DDHH en las comunidades zapatistas??! Con ganas de verte, un abrazo!!!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarno se si siemrpe se necesitaran, pero de momento si que hacen falta observadores, y hasta que se reconozcan sus derechos y el Estado, con los militares y los paramilitares, no respete los DDHH sera preciso que continuemos contribuyendo con el movimiento zapatista como observadores.
pd. Perdon por las faltas, el cyber no me permite acentos