jueves, 22 de julio de 2010

El voluntario

En los países enriquecidos, de donde vengo, existe un número creciente de personas que busca algo más en su vida que la simple acumulación, que el “más es igual a mejor”. Hartos de que la economía sea el motor y el fin último de nuestras vidas, buscamos un alternativa al imperante sistema capitalista y a todos los “istas” que le siguen: economicista, imperialista, desarrollista…

Parece ser que el mundo de la cooperación al desarrollo atrae a un gran monto de éstos desamparados. Buscamos un aporte personal, algo que va más allá de lo económico. En las antípodas de este grupo encontramos a los profesionales de la cooperación, tecnócratas con sueldos astronómicos y alejados de la realidad en la que viven. Por otro lado, tenemos a una especie un tanto peculiar, los voluntarios, gente que dedica un tiempo de su vida, y parte de sus esfuerzos, tanto sentimentales como económicos, a un proyecto que no tendrá ninguna contrapartida económica. Si bien es cierto, los voluntarios no son párrocos voluntariosos y altruistas que nada buscan a cambio, pues bien sabedores son de que lo que les aportará la experiencia a nivel personal será mucho mayor que el pequeño grano de arena con el que ellos podran colaborar.

El voluntario, al coincidir con un grupo de personas en su misma situación se siente acompañado. En un momento dado mira a su alrededor, observa a sus compañeros de experiencia trabajar entre ocho y doce horas diarias, con energía y buen humor, y todo ello en busca de un mundo mejor, intentando ser coherentes con lo que creen y buscando la vía por la cual aportar el famoso granito de arena.

Irreverentes inconformistas, apasionados del ser humano y de la vida, rebeldes ante la injusticia, despiertos soñadores e idealistas se juntan con un mismo propósito. Se sientan en una mesa, y aunque ninguno tiene el valor suficiente para decírselo al otro, se asombran de la determinación de sus compañeros, de sus creencias y del coraje que los empujó a probar lo que en un momento fue un sueño y que tras un largo viaje se convirtió en un peregrinaje que busca la bendición de la llamada cooperación al desarrollo.

Parece que todo debe ser bonito, bondadoso y estupendo, pero el voluntario se cuestiona constantemente. Al levantarse intenta responder las mil preguntas del día anterior, y por cada respuesta, tres nuevas preguntas le vuelven a golpear. ¿Será perversa la cooperación al desarrollo?

8 comentarios:

  1. Como en todos los lugares hay gente perversa y que intenta quedarse el dinero de los demás, ya sea en el mundo del voluntariado o en una empresa pequeña del llamado primer mundo. Creo que nunca se tiene que perder la esperanza ya que el hecho de haber ido a un país tan diferente del que has nacido, ya muestra una vocación que pocos tienen. El ayudar a los demás por nada. A esas personas, como tú, les tenemos que agradecer que el mundo funcione un poquito mejor. O al menos, que el mundo se cuestione el porqué de las cosas y no las dé por hechas. ¿El mundo de la cooperación al desarrollo es perversa? Puede ser; pero seguro que también tiene esa parte altruista y bonita que explica el hecho de que tú estés ahí, en la otra parte del mundo. Haciendo que esto, que llamamos vida, valga todavía más la pena.

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  2. Gracias Paula!
    Si que hay algo de altruismo, pero este esconde una gran dosis de egoísmo, pues el voluntario es el que más se lleva, sin duda.
    Cuando hablo de perverso, además de que pueda haber ladrones, lo que me parece deleznable, me refiero a la cooperación al desarrollo en sí misma. Es decir, ¿qué venimos a desarrollar?
    Un patrón de poder o una sociedad, es decir, el patrón de poder capitalista y la sociedad capitalista. La modernización mediante la industrialización sin importar el costo social, cultural y político, sin hablar ya del humano.
    Es una visión eurocéntrica y racista.
    Es por eso, que no paro de cuestionarme todo esto.

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  3. Carlos...ya "ningú em porta al ball"...
    He leido tu mail y después he querido entrar a tu blog...donde he releido todas tus entradas y los comentarios que te han ido dejando.
    Buscaba las fuerzas para seguir adelante...y es que sabes que estoy haciendo equilibrios entre la mula y el sofá...y allá voy, a intentar tomar aire, cerrar los ojos y saltar otra vez a intentar descubrir -demostrarme?- que la cooperacióbn vale la pena y es que ando como tú pensando si hacía falta venir hasta aquí o es "allí" de donde venimos donde hay hacer cooperación para el des-desarrollo.
    No pierdas el positivismo...no te pierdas...

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  4. Ai Dolors!!

    Sigo dándole vueltas al coco y la cooperación...
    Con el viajecito ando tomando aire nuevo y con el positivismo recargado.

    Mucha suerte en tu nueva experiencia y no dejes de contarnos.

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  5. Entiendo tus inquietudes... eso si, no tengo respuestas ni soluciones. Sin embargo, estoy segura que tenés todo el poder de influenciar tu mundo inmediato, de aportar a esa comunidad de la que ahora haces parte....y eso es, el poder de uno, y uno, y uno más. Aunque sintás que sos el que más está ganando de esta experiencia, se que luego tendrás todo el poder de volverte un epicentro de cambio, de renovación... y allí entra esa esperanza de la que hablas, que de uno en uno vayamos moldeando sociedades mas justas, más felices.
    Entre mas gente se cuestione y crezca como vos, mas verde será la vida.
    Besos

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  6. Gracia Cata!

    Ojalá algún día pueda convertirme en eso que decís, en un epicentro de cambio, de renovación para mi mundo más inmediato.

    Con gente como tú, seguro que el verde avanza!

    petons

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  7. Pues yo cada vez tengo más claro que el trabajo está aquí, en los países enriquecidos dónde seguimos creando riqueza a costa del hambre y la pobreza de los llamados "subdesarrollados". ¿Qué tipo de palabra es esta? Desarrollo, crecimiento, avances... son conceptos no aplicables al tipo de cooperacción que creo que es la única que nos creemos. El trabajo más béstia pues, está en erradicar las causas que crean tales desigualdades entre países. Luchar por cambiar, poco a poco y día a día, un sistema que no nos creemos y que consideramos sumamente injusto, cruel. Y lo tenemos que cambiar desde aquí. Solo con este blog ya estás dando a conocer una realidad, o perspectiva de realidad, que creo importantísima para hacer visible una parte del mundo para muchos desconocida totalmente, y una visión del desarrollo cuestionada y fundamentada que aporta mucho qué pensar. Tu labor, además del trabajo que estás haciendo en terreno, tiene que ver con la sensibilización y educación en el Norte, una de las tareas necesarias para crear el ambiente para el cambio. Ala un besico, aparte escribes que es una gozada

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  8. Gracias Helena!

    Como tú, cada vez estoy más convencido de que la mayor tarea, si no toda, que debemos hacer es la de cooperar desde y para los países enriquecidos. Es decir, la sensibilización es el camino para la concienciación y el cambio de nuestras acciones/actitudes, y éstas el motor de cambio para con los países empobrecidos.

    Ojalá este blog aporte un pequeño granito en ese ámbito.

    Besos

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